jueves, 22 de enero de 2009

Alarcón sin pelos en la lengua

El presidente de Nacional no se guarda nada. Se distancia de Peñarol y de Damiani como nunca, habla de la violencia en el fútbol, cuenta que hay periodistas que lo amenazaron por teléfono, define el nuevo fenómeno de venta de jugadores como “la trata de blancos” y confiesa que está creando anticuerpos contra la reelección.
Ricardo Alarcón divide sus horas entre Nacional y su último emprendimiento: La ciudad de los niños del Montevideo Shopping. Después de una recorrida en la que el presidente tricolor se apasiona tanto como con su club contando cada detalle de esa ciudad impactante, se pone a hablar de fútbol.

- Que lío que armaron en Peñarol con la victoria clásica.

- Lo que pasa a mi juicio, es que hay gente que piensa que todo gira alrededor de la pelota, del césped y de los arcos. Y eso es así en un club de fútbol de barrio pero no puede ser así en una institución deportiva. Yo creo que ahí está la diferencia entre los grandes. Porque yo, que no quiero ser soberbio, siempre digo que grandes pueden haber muchos, pero gigante hay uno solo: el Club Nacional de Fútbol. Y hay hechos que lo demuestran. Fijate que cuando Nacional festejó los 100 años otra institución se dio cuenta que se había olvidado de festejar los 100 años y festejaron los ciento no se cuántos. No saben cuándo nacieron. Esto es evidente. Pero además de la cuestión del decanato también somos el primer club criollo de América, porque nace de un grupo de estudiantes uruguayos.

- ¿Cómo está Nacional hoy?

- Estamos bien, cumpliendo el proyecto que nos planteamos. Ahora veo que en Peñarol el nuevo técnico se va a tener que adaptar al proyecto. Me parece fantástico. Nacional tiene un programa de gobierno y todo lo que hemos hecho fue cumplir con ese programa, como fortalecer la institución y consolidarla desde todo punto de vista. Yo cuando asumí en Nacional tuve un problema político con Della Valle, a quien respeto mucho. Hizo algunos planteos que me llevaron a pensar que no leyó el programa de gobierno. Lo que se discutió con el equipo de campaña fue un proyecto, un programa y cuando vos lo tenés no caben las discrepancias. Ese programa tenía muy claro todo lo que estamos hablando.

- ¿Usted siente que en el último tiempo, Nacional le sacó ventaja institucional a Peñarol?

- Hay hechos que son muy fuertes pero que preferimos mantenerlo en reserva y no panfletearlo. Aunque Nacional es el equipo que más jugadores tiene en las selecciones juveniles y batió su propio récord de convocados. Más que en la época del gran maestro Ignomiriello. Duplicamos en los últimos ocho años la cantidad de jugadores que estuvieron de Peñarol. Nacional es el equipo que mejor ha formado en juveniles, incluso más que Danubio y Defensor. Y esto arranca con la designación de Daniel Enriquez como gerente deportivo en la época en la que Eduardo Ache era presidente.

- El Chelsea se llevó a la figura de la sub 15, que es de Nacional. Ayton Boné se va sin dejarle nada al club. ¿No se puede hacer nada para que eso no pase?

- Nosotros estamos desamparados desde ese punto de vista, tanto es así que hemos aceptado que los jugadores vayan con la selección porque es un honor defenderla pero los chicos no tienen contrato porque son menores de edad y porque en la AUF se puede tener un máximo de contratos que no podemos topear con chicos de 14 años. Creo que la AUF debe cuidar de esto que es sustancial.

- ¿A Nacional no le corresponde un peso?

- No en absoluto. ¡Qué le va a corresponder! Hay otro gran tema. El mundo cambió de aquel gran fenómeno de la trata de blancas cambió a la trata de blancos. Porque date cuenta que los ingresos desde el punto de vista deportivo son tan grandes que han causado una profunda distorsión. Además ahora todos son empresarios de fútbol. Yo creo que la jurisprudencia se va adaptando de acuerdo a la realidad que se vive

- ¿Qué sintió cuando se enteró que un hincha de Nacional había sido baleado después del clásico?

- Ya no sé si seguir en la lucha o bajar los brazos. Es terrible. Desde que asumí como presidente se marcó en directiva un programa que se llama "El deporte en paz" y en el que, entre otras cosas, se invitaba a una cena a todos los dirigentes de los cuadros con los que nosotros nos enfrentábamos en carácter de locatario. Vinieron casi todos: Danubio, Liverpool, Central y también Peñarol. En silencio, sin prensa, sin acciones panfletarias. Cuando nosotros fuimos invitados en reciprocidad al Palacio Peñarol, ahí sí estaba toda la prensa convocada. Y todo el Uruguay se enteró que habíamos ido al Palacio Peñarol. Lo que te quiero decir es que Nacional ha trabajado en silencio desde mucho tiempo atrás. Tenemos con la fundación 'A ganar' un programa educativo que se llama 'A ganar Nacional' y que incluye aulas y planes de estudio para jugadores, funcionarios, hijos de funcionarios e hinchas. También a los referentes de la barra le dimos trabajo en la construcción de las obras del parque. También los apoyamos desde el punto de vista cultural. Trabajamos fuerte y con seriedad. No es panfleto ni boquilla.

- Por una cuestión de popularidad, los clubes con más violentos son Nacional y Peñarol. ¿Trabajaron codo con codo con Peñarol para erradicar la violencia?

- Voy a ser claro. Trabajamos codo con codo con Danubio. Y pudimos trabajar con fuerza con ellos. También lo pudimos hacer con la gente de Cerro.

- Le molestó que los jugadores de Peñarol no se pusieran la camiseta contra la violencia en el clásico por el Apertura y que la hinchada de Peñarol recibiera al equipo con fuegos artificiales cuando estaban prohibidos?

- Me rechinó como uruguayo. Más que presidente de Nacional soy ciudadano de este país. Y por lo tanto pretendo mejorar la calidad de vida de los uruguayos. En este tema te comprometés o te comprometés. Porque este partido contra la violencia no se puede empatar ni perder, este partido hay que ganarlo o ganarlo. No puede ser que nos ganen los malos. Los que actúan así con la camiseta blanca se equivocaron de club. Yo tengo el tema muy claro. Estoy acá de manera honoraria y no soy más valiente que nadie. El temor que tiene la gente de ponerse los colores de Nacional porque le puede traer consecuencia de la violencia de inadaptados yo también lo tengo. Y la verdad es que si algún chico me pregunta si se pone la camiseta, internamente me da miedo decirle que se la ponga. Porque hoy la gente que usa la camiseta de Nacional es objeto de agresión por el solo hecho de andar con ella por la calle. Y yo dije en el Ministerio que la ley tiene que ser pareja, porque si no somos los hijos de la pavota. Porque para enfrentar la violencia hay otros caminos que son armarte hasta los dientes y yo no quiero eso. Para combatir la violencia las instituciones no tienen que fomentar a las barras bravas. ¿O estamos volviendo a la época de los romanos?

- Cuando los barras de Nacional amenazaron a los jugadores en Colonia usted fue al Ministerio del Interior.

- Es que yo tengo que ser firme con todos los violentos. No puedo atacar a estos grupos por el color de la camiseta que tengan. Si tienen puesta de la camiseta de Nacional, le erraron de color.

- Juan Pedro Damiani dijo que la “Cultura Nacional” era un eslogan barato.

- No le voy a contestar a Juan Pedro por la prensa pero voy a decir que la “Cultura Nacional” no es un eslogan. Se está metiendo en las venas de los hinchas, dirigentes y hasta empresarios. Nosotros convencimos a Ancel que le servía publicitar en el fútbol y ya tenemos las camisetas y ya cobramos el dinero. Para usarlas estamos esperando que Peñarol soluciones sus problemas con Ancel. Pero además la “Cultura Nacional” se metió en la piel de los jugadores. Y ahora apuntamos a llegar a todo el interior. Y “Cultura Nacional” también es educar. Le tenemos que enseñar a los chicos, además de usar los pies, a usar la cabeza. Porque menos del uno por ciento de los jugadores tiene éxito entonces los clubes nos transformamos en una gran universidad de fracasados. Y yo no quiero eso para Nacional. Debemos inculcarle a los chicos los valores del deporte y que no sea una frustración no terminar jugando en el Milan, Barcelona o Real Madrid.

- ¿Qué es lo más difícil de ser dirigente de fútbol?

- Dominar la vanidad personal y lo que es imposible es dominar la vanidad ajena. En mi caso, es mi último lugar de militancia en la vida. Pero el fútbol es complicado porque hay mucha gente que procura conseguir poder y la lucha por el poder es muy complicada.

- ¿Cuál fue la decisión más difícil que tuvo que tomar en este tiempo?

- La más difícil fue aceptar ser candidato a presidente. Porque me ha hecho distraer horas de mi vida de objetivos personales. Por ejemplo a mi me gusta pintar, desde que estoy en Nacional no pinté nunca más.

- ¿Cómo se lleva con la prensa?

- La prensa fue muy dura conmigo al principio porque esperaban otro estilo de dirigente. Además ustedes son bichos muy complicados porque orejean las cartas y tironean. “A ver cómo es este tipo”, dicen. Porque esa lucha por el poder también existe con el periodista.

- No soy corporativista, por lo que no me siento tocado. ¿No piensa que hay de todo en el periodismo?
- Claro. Estoy de acuerdo. Ahora, yo he tenido muchas amenazas de periodistas.

- ¿Lo amenazaron periodistas?

- Si, claro. Por supuesto que me amenazaron. Algunos de manera más explícita que otros. Amenazas de todo pelo y color. Los mismos que me descalificaron públicamente porque yo era un outsider del fútbol y no sabía nada de jugadores. Y eso en alguna medida es una descalificación para que yo los llamara y les pidiera por favor que bajaran la pelota.

- ¿Y lo hizo?

- No. Por favor. A vos nunca te llamé, ¿no?

- No. pero tampoco nunca lo descalifiqué ni amenacé.

- Es cierto. Pero tuve llamadas a mi celular de algún periodista que me dijo que le tenía que dar a él las primicias. “Cómo no me va a dar las primicias a mí”, me decía. O me decía “como no me va a atender el teléfono a mí. Me tiene que dar la exclusiva”. Claro que lo he tenido. Y ojo, acordate que hay mucha gente que tiene los mismos patrones. Porque hay muchos periodistas que tienen los mismos patrones que los jugadores. También hay algunos periodistas que cuando están haciendo una entrevista, compiten con el entrevistado a ver quién es más inteligente. Entonces el objetivo no es la entrevista sino una competencia intelectual entre el que entrevista y el entrevistado. Y están los que aconsejan. Sabés cuántos periodistas me han dicho, al técnico que tengo que tomar, al jugador que tengo que echar. ¡Por favor!

- ¿Se va a presentar a las elecciones?

- Quiero crear unas formativas de dirigentes. Creo que es imprescindible, como hay formativas de jugadores, debemos crear unas formativas de dirigentes. Pero sé que van a intentar que vuelva a ser candidato. Yo siento que dije e hice en Nacional lo que la mayoría de la gente quería.

- Pero usted sabe que van a intentar que vaya a la reelección.

- Por supuesto que lo sé. No soy estúpido. Me dijeron que hay una página que armaron en facebook por la reelección pero yo estoy trabajando en crear anticuerpos.

- Hace unos días Vicente Calderón dijo que se iba de la Presidencia del Real Madrid con mucha menos plata de la que tenía cuando llegó. ¿Usted es igual?

- Yo no puse un mango. Yo apoyé al club cuando no era presidente. Pero siendo presidente no, por una razón muy sencilla. Los presidentes que ayudan económicamente a la institución, caen en una trampa y es que después les viene el chucho de que tienen que retirar el capital que pusieron y entonces no pueden negociar con libertad. Vos tenés que negociar con independencia no con el susto que si no vendo a este como sea, no recupero lo que puse.

NOTA Y FOTO; www.180.com.uy

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