Un triunfo esperadisimo

Con un comienzo marcado por el ritmo de la hinchada, que con su ya habitual colorido de siempre, sorprendiendo cada vez y ganando desde hace rato el partido de las tribunas, motivó a que el equipo tricolor fuera eso: fervor, temperamento, ganas, empuje... Con una columna vertebral intratable con un Burián que tuvo sensacionales atajadas en momentos cúlmines del partido; una defensa bien posicionada respaldada por dos tractores en recuperación como OJ Morales y Diego Arismendi (con todo lo que representan ambos además de lo futbolístico que fue notable por cierto), con un Martín Liguera que tuvo rachas de lucidez dejando de cara al gol y quedando en dos ocasiones mano a mano con el arquero rival (faltó fortuna aquí, cuando la racha es adversa no hay con qué darle...), con un Morro García que, sin tocar la pelota, fue capáz de generar la amargura, el sepulcro de medio estadio con tan solo instantes dentro de la cancha y otorgarle la victoria a Nacional; y un Chapa Blanco (que fue absolutamente todo el partido sistematicamente golpeado por la defensa aurinegra inpunemente y ni así pudieron), demostrando su categoría `clase A´ tomó la pelota y la decisión de poner en sus pies la definición del partido que posiciona a nuestro equipo en la cresta del campeonato y a pasitos del titulo con `Chapa de campeón´ y destacando la entrega de los jugadores que pisaron el terreno de juego que fueron guerreros que sacaron a relucir la mística tricolor, ganando por las que duelen mostrando que este grupo está para grandes cosas...